Inolvidable adaptación cinematográfica que Kubrick hiciera de la homónima novela futurista del escritor Anthony Burges. Una crítica al conductismo y a la manipulación de la voluntad mediante técnicas conductistas.
Título original: A Clockwork Orange
Ficha técnica de 'La naranja mecánica'
Título original: A Clockwork Orange
País: Reino Unido
Año: 1972
Dirección: Stanley Kubrick
Guión: Stanley Kubrick, basado en la novela homónima de Anthony Burges
Argumento:
Álex es un joven menor de edad al que le gusta Bethoween y la ultraviolencia, que consiste en dar palizas, violar y realizar todo tipo de actos violentos sin sentido ni finalidad alguna. Sus compañeros de fechorías, sus drugos, son otros tres jóvenes de edades aproximadas que comparten la misma filosofía de vida y que lo toman como el líder de su banda. Beben leche-plus, que al parecer, venden legalmente en algunos establecimientos. Se trata de una bebida láctea con alguna droga estimulante, y probablemente alucinógena.
La acción es narrada por Álex en primera persona en una jerga denominada "nadsat", que Kubrick suavizó un poco en la versión cinematográfica. Burgess creó esta jerga introduciendo términos del ruso junto con otras palabras inventadas por él mismo, con el fin de crear una novela atemporal, cuyo lenguaje nunca pareciera arcaico o desfasado. En las ediciones de la novela suele venir un glosario con el significado de las palabras en nadsat para facilitar la comprensión del lector, que no siempre puede inducir el significado por el contexto.
Álex es un verdadero psicópata adolescente que disfruta con la violencia y las violaciones. En una de sus agresiones comete un asesinato y lo encierran en la cárcel. Tras un tiempo entre rejas le proponen un tratamiento psicológico experimental para eliminar sus impulsos violentos y lascivos a cambio de conmutarle la pena. El tratamiento "Ludovico" consiste en sentarlo frente a una pantalla de cine donde se proyectan imágenes de ultraviolencia mientras se le administra una droga que le provoca nauseas. Tiene la cabeza inmovilizada y unos alambres mantienen sus párpados abiertos para que no pueda cerrar los ojos (lo cual tiene cierto parecido con las condiciones en las cuales los prisioneros de la caverna de Platón observan las sombras que son proyectadas sobre el muro para engañarles). El tratamiento, genuinamente conductista (enseguida veremos lo que significa), trata de que el cerebro de Álex asocie el malestar físico provocado por las náuseas con la ultraviolencia. El brutal método funciona durante algún tiempo. El dilema lo plantea el hecho de que Álex no puede realizar actos violentos o sexuales, pero no porque haya entendido que no debe hacerlos si pretende poder vivir en sociedad. Álex desea con todas sus fuerzas abandonarse a la ultraviolencia y el sexo, pero no puede hacerlo, porque su cuerpo reproduce la sensación de malestar asociada a estos actos debido al tratamiento Ludovico.
A su salida de la carcel gracias al tratamiendo Ludovico, toda la violencia que Alex había infligido se vuelve contra él
La filosofía de Burgess y Kubrick
Anthony Burgess escribió en 1962 La Naranja Mecánica basándose en una dramática experiencia personal: en 1944, cuatro soldados estadounidenses robaron y violaron a su esposa, en Inglaterra, y que estaba embarazada y abortó debido a la violencia del acto. Al escribir esta distopía inspirada en aquel acontecimiento traumático, Burgess debió tratar de meterse en la mente de alguien capaz de realizar ese tipo de actos brutales para comprender el por qué de lo ocurrido, lo cual no debió se fácil para él. Quizá fue una forma de exorcizar el mal.
La Naranja Mecánica es otra obra literaria perteneciente al género de las distopías. La distopía es lo opuesto de la utopía. Si lo utópico presenta sociedades perfectas y felices, lo distópico aventura futuros habitualmente cercanos en el tiempo donde impera el totalitarismo, la dominación a través de la tecnología, o simplemente la decadencia, como en el caso de La Naranja Mecánica. Me centraré en la grandilocuente adaptación cinematográfica de Stanley Kubrick en 1971, haciendo alusiones a la novela si viene al caso.
Esta obra realiza una crítica demoledora al conductismo, una escuela de psicología que practicaba un método llamado "condicionamiento". El conductismo es una escuela psicológica heredera del positivismo filosófico, vigente hasta no hace mucho en psicología. Los psicólogos conductistas consideraban (y consideran) que el método científico exige estudiar cosas tangibles, no hacer suposiciones sobre la mente, o el inconsciente como el psicoanálisis, por ejemplo, que son cosas imposibles de demostrar. La conducta, el comportamiento de un individuo, es observable, y por tanto, se puede experimentar con él y conocer científicamente.
Por razonable que pueda parecer este planteamiento, el conductismo se resistía y negaba la existencia de la mente como fenómeno, y se limitaba a hablar de "conductas aprendidas". La enfermedad mental no existe puesto que no existe la mente, según el conductismo. Los individuos aprendían según el esquema "estímulo-respuesta", y lo que en planteamientos psicológicos menos científicos se conocía como enfermedades mentales, para estos psicólogos eran conductas mal aprendidas, o conductas aprendidas nocivas para el individuo.
El condicionamiento, método por excelencia en el conductismo consiste, por ejemplo, en aplicar descargas eléctricas al individuo ante una conducta indeseada para corregirla. En el caso de La Naranja Mecánica se trata de administrar sustancias revulsivas mientras el individuo visiona imágenes que se corresponden con la conducta que se intenta erradicar. Las imágenes serían el estímulo que desencadena como respuesta la conducta extremadamente violenta de Álex.
La razón de esta ferviente oposición de Burgess y Kubrick, entre muchos otros, al modelo conductista nace del hecho de advertir el poder para doblegar la naturaleza humana que posee el condicionamiento conductista. Además, considerar al ser humano como un ser dotado de conducta, pero no de mente, supone, en cierto sentido, "cosificar" (tratar como cosa) al ser humano. Muchos intelectuales debieron pensar que el conductismo era un poder demasiado peligroso que podría ponerse al servicio de estados totalitarios o dirigistas (no necesariamente dictaduras, puesto que las pinceladas que Kubrick nos da de la sociedad que engendra a ese monstruo que es Álex no parece un totalitarismo).
De una distopía se suele esperar la descripción de una sociedad futura con un orden establecido, al cual denuncia el autor, o una situación decadente o totalitaria a la cual se ha llegado a través del progreso tecno-científico. En La Naranja Mecánica sólo se ofrecen pinceladas sobre la situación social que ha llevado a los jóvenes (puesto que Álex y sus drugos no son los únicos, sino que se da a entender que es un fenómeno extendido) a practicar la ultraviolencia. Si bien en el film de Kubrick no aparece de forma explícita, en la novela se explica que mientras estos jóvenes practican la ultraviolencia en las calles, sus mayores permanecen pegados a sus respectivos televisores, donde se emiten "programas mundiales". Una vez más, como en muchas otras distopías, la televisión y los medios audiovisuales aparecen como elementos idiotizantes de las masas, cuando no como instrumentos de control social esgrimidos por los poderes fácticos. En Kubrick, simplemente, los adultos viven sumergidos en una existencia feliz de colores vivos para empapelar las paredes, barbitúricos adormecedores de la conciencia y una ignorancia absoluta sobre lo que sus hijos hacen en horario extraescolar.
Otro dato que apunta Kubrick en el atrezzo de los decorados de las escenas de su film, es que el tema del arte en la sociedad de La Naranja Mecánica está compuesto casi exclusivamente por motivos sexuales, rozando lo pornográfico, mezclados con algunos toques pop-art. De hecho, se ha dicho que el gran director intercaló imágenes pornográficas subliminales, algo que, dicho sea de paso, no sé por qué no he comprobado hasta ahora. Esto no deja de ser curioso si se tiene en cuenta que las violaciones son una de las expresiones más comunes de la ultraviolencia. En la novela, Álex comete su asesinato golpeando a una mujer madura con un busto de Beethoven. En el film de Kubrick, sin embargo, el arma homicida es una escultura en forma de pene gigantesco.
En mi opinión, Kubrick y Burgess reflejan una sociedad en la que se intenta doblegar a través de la tecnología del tratamiento Ludovico, una naturaleza humana que nadie se ha preocupado en educar. La película muestra la hipocresía de una sociedad que encierra y doblega a Álex por su violencia anárquica y caótica, mientras las instituciones practican también la violencia, pero de forma ordenada y regulada. La policía es viloenta, el funcionario de prisiones es una padorida de la figura del dictador, el trabajador social (o lo que sea) encargado de llevar el caso de Álex es violento , los mendigos y las víctimas del joven son violentos... La expresión "la violencia engendra violencia" cobra un nuevo sentido con La Naranja Mecánica, puesto que se podría interpretar que es una expresión bidireccional. Me explico: una sociedad con violencia regulada por las instituciones junto con la pasividad de los "educadores" engendra violencia caótica juvenil. Y esta violencia engendra violencia institucional como respuesta. Es una especie de dialéctica peligrosa y sinérgica.
Materiales
Si estás buscando la película de "La naranja mecánica" en DVD, la puedes conseguir a buen precio en haciendo click sobre el recuadro:
Si lo que buscas es la novela de Anthoni Burgess, haciendo click sobre el siguiente cuadro podrás obtener el libro en tapa blanda o la versión para Kindle, más económica:
En mi opinión la sociedad distópica de la Naranja Mecánica es la sociedad típicamente burguesa, por eso no hay referencias explícitas a un tipo de orden. Del tratamiento Lodovico al panoptismo de Benthan no hay prácticamente nada. Es, como dice la entrada, una reconstrucción de la personalidad a partir de técnicas clínicas.En cualquier caso, La Naranja Mecánica queda muy lejos de esta sociedad. Una revisión del argumento pero a la luz de los nuevos tiempos, de la multinacional del entretenimiento y del poder de los mass media, es Asesinos Natos. Después de aquella película, poco entendida a mi juicio, no se ha vuelto a hacer nada igual. Verdaderamente, si somos consecuentes con lo que pensamos, y criticamos, como en Asesinos Natos, la estetización de la violencia, ya que late en dicho proceso el instinto fascista típico del futurismo a lo Marinetti, deberíamos repudiar el cine de Tarantino. Casi nadie lo hace. Incluso se ha ensalzado a este director como alguien genial, independiente y contracultural, cuando su cine no es más que la autoconciencia de la estetización de la violencia que el cine americano anterior, cínicamente, negaba que existiera en sus películas, intentando darle alguna justificación moral. La última es Rambo IV. El desparrame de sangre es brutal, y la gente explota como si fueran sandías. Un espectáculo que el idiota de Silverter Stallone intentó justificar en una entrevista diciendo que había que ser realistas, que la guerra es dura, como si Rambo IV fuera cine social o algo así. Increíble.
ResponderEliminarLa verdad esq la peli esta to bien porq salen coños y tetas
ResponderEliminarHola "Anónimo"... La verdad, no iba a aprobar tu comentario, porque lo considero un tanto irrelevante para el artículo y lo que representa la peli sobre la que trata. Pero creo en la libertad de expresión. Si esas son las conclusiones que extraes de "La naranja mecánica", creo que la industria del porno tiene mucho más que ofrecerte que el cine de culto o este blog. Y lo digo sin acritud :)
EliminarGracias por comentar.
Saludos José, te felicito por tan buen análisis de esta gran película, la vi hace mucho tiempo y debido al tema de la distopia la he retomado, me ha impresionado la similitud que tiene con varios de los paises latinoamericanos donde efectivamente mientras los padres están alienados con la TV o el internet basura no tienen idea de los crímenes que cometen sus hijos en las calles, como todas las grandes películas distopicas ha sido una visionaria del futuro.
ResponderEliminarInteresante relación la que estableces, Benjamin. En esta película, lo distópico se limita a unas pinceladas, como digo en el artículo. Pero por eso, precisamente, nos es mucho más familiar la enjundia social que muestra la película. Un saludo.
Eliminarel 15 de noviembre los cines hoyts van a pasar esta peli. Tengo muchas ganas de mirar la naranja mecánica en pantalla grande y comiendo pochoclos, pero me pregunto si todos entenderán el mensaje que burguess quiso dar y que Kubrick omitió por completo como también las viejas ediciones del libro. El libro cuenta con un capitulo final distinto que da otro sentido al comportamiento de alex. En fin la estética de que le da kubrick a la peli es genial.
ResponderEliminarMenudo lujo, Anónimo. Yo no he podido ver esta peli en la gran pantalla. Aunque el comentario tiene ya unos meses, espero que lo disfrutaras :) Respecto a tus dudas acerca de si los espectadores entenderán el mensaje... Ya te aseguro yo que no. Ni en el caso de la novela, ni en el del film. Solo tienes que ver la perla que dejó un lector del blog aquí, en los comentarios ;)
EliminarExcelente análisis! Me parece fantástica la idea de la violencia que se devuelve, nunca lo había pensado de esa forma. Es como un círculo que da vueltas y vueltas... Felicitaciones, realmente me encantó. Saludos
ResponderEliminarHola Nicolás. Sí. Obviamente, es una forma de forzar la trama y cerrar el círculo. Pero también hay una reflexión implícita sobre la violencia como una especie de reacción en cadena. Gracias por tus felicitaciones. ¡Un saludo!
EliminarHola,
ResponderEliminarLa Naranja Mecánica es una de mis películas preferidas y lo es precisamente porque, como todas las películas de Kubrick, encierra enigmas e invita a la reflexión sobre diversos temas. Quisiera compartir una inquietud que me surge cada vez que veo la peli para que me ayudéis a resolverla.
¿Identifica Kubrick el proyecto Ludovico con la educación que recibimos, una educación que desde que somos pequeños nos condiciona a actuar de una determinada forma, a movernos siguiendo una serie de valores que no hemos reflexionado pero que nos han impuesto por medio de castigos o recompensas?
¿Cuál es la moraleja? En mi opinión todo apunta a que Kubrick lo que está defendiendo es una educación sin ningún tipo de condicionamiento en la que se le dé libertad al individuo. No obstante, no puedo creer que Kubrick esté a favor de que haya individuos sueltos buscando violar y asesinar.
¿La filosofía nietzscheana aparece en las películas de Kubrick? ¿Se podría identificar a Álex con el "león-hombre", que se revela violentamente contra los valores morales y busca la autonomía y la creación de unos nuevos?
Espero que mi interpretación no sea muy disparatada jaja. Gracias por el artículo. Un saludo.
Hola, José, muy interesante tu análisis. Considero que esta imprescindible obra refleja, además de otros temas, la apatía de los padres hacia sus hijos. Vemos a un Alex con una madre idiotizada por los tranquilizantes, con un padre con muy poca autoridad (incluso, reemplazándolo con una versión "mejorada" de Alex). El distanciamiento entre generaciones es notorio, una cruel predicción de los tiempos en los que vivimos.
ResponderEliminarTambién muestra la violencia ejercida desde el Estado y desde sujetos con algún tipo de poder sobre otros (la escena donde atacan al vagabundo y la otra, donde vagabundos atacan a Alex).
Creo que la frase utilizada aquí (La violencia engendra violencia) es muy acertada. Los personajes se hunden en una espiral infinita de violencia donde sólo el caos (no el anarquismo, eso es otra cosa) reina en esa sociedad.
Como dije antes, una obra imprescindible, ya sea libro y/o película.
Un abrazo.
Alverion.
Excelente análisis, casi tan claro y ostensible como el que elabore yo.
ResponderEliminar