cine y me enseñó a “leer” películas.
Trainspotting provocó una giro copernicano en la perspectiva desde la que el cine había tratado, prácticamente sin excepción, el mundo de las drogas.
Ficha técnica de Trainspotting
Año: 1996
Duración: 90 min.
Director: Danny Boyle
Guión: John Hodge (basada la novela de Irvine Welsh)
Reparto: Ewan McGregor, Robert Carlyle, Jonny Lee Miller, Ewen Bremner, Kelly MacDonald, Kevin McKidd, Peter Mullan, James Cosmo, Eileen Nicholas, Susan Vidler, Pauline Lynch, Irvine Welsh
Producción: Channel Four Films, Figment Film, The Noel Gay Motion Picture Company
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Cine de drogas, pero desde dentro
El espectador estaba
acostumbrado a obras cinematográficas que documentaban la miseria, la decrepitud, la
delincuencia, el SIDA y la muerte. En otras palabras, el público observaba el mundo de las drogas objetivamente y desde fuera. Trainspotting mostró todo eso, sí, pero desde la perspectiva subjetiva de un joven
heroinómano, con sus fugas psicodélicas, sus delirios y
alucinaciones, sus placeres narcóticos y su estilo de vida. Este cambio de 360º en la
perspectiva narrativa logró conectar con toda una generación de
jóvenes hastiados e impermeables a los mensajes con los que el
prohibicionismo, recurriendo a menudo a la desinformación, les bombardeaba constantemente.
Trainspotting es una adaptación de la novela homónima de Irvine Welsh. El
film narra las aventuras y desventuras de Mark Renton y su grupo de
amigos: Spud, un chico introvertido, lunático, fiel amigo y con buen fondo; Sick Boy, cinéfilo y narcisista, un Don Juan
cínico que se ha acabado enamorando de la heroína; Francis Begbie, alcohólico y violento, un auténtico sociópata; y
Tommy, deportista, sano, pero adicto a una relación acabada. Todos ellos son auténticos yonkies, de uno u otro modo.
La película muestra la constante
lucha de Mark Renton por desengancharse de la heroína, con sus
recaídas, sus idas y venidas... En realidad, el film trata sobre la
traición. Esa pequeña (o gran) traición que todos nos hacemos a
nosotros mismos y a los nuestros cuando llega el momento de madurar,
pasar a otra fase de la vida y dejar atrás todo un mundo, con sus
glorias y sus miserias (y en este caso, había mucho más de lo segundo que de lo primero).
Buenos ratos con los colegas, colocones al borde de la sobredosis, sexo y desamores, bromas pesadas, peleas de bar,
atracos, cárcel, dudas existenciales, síndrome
de abstinencia, VIH... Los personajes son difíciles de clasificar y sitúan al espectador ante un dilema: ¿son víctimas inocentes de un vida de
perdición a la que han sido conducidos por una absoluta falta de expectativas, o simples delincuentes que no dudan en putear al prójimo para conseguir su dosis? Son, gracias a la lograda profundidad de los personajes, ¡ambas cosas! Seres humanos, al fin y al cabo, con los
que el espectador se puede identificar, y que gestionan
su vida como pueden, cada uno con sus respectivas adicciones. Todo
ello narrado desde un equilibrio entre lo cómico y lo dramático que permite al público abandonar la sala con la sensación de haber visto una película tan completa como la vida misma.
El film cuenta con una banda
sonora excepcional. Temas de Iggy Pop, New Order,
Blur, Loud Reed, Pulp y Elástica, entre otros, se compenetran a
la perfección con las imágenes y construyen, pese a los momentos más surrealistas, una densa atmósfera de verosimilitud que
envuelve y atrapa al espectador, sumergiéndolo de lleno en los
acontecimientos.
Materiales
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Si estás interesado en leer la novela homónima de Irvine Welsh, te dejo un acceso directo:
Por último, me gustaría recomendarte personalmente la excepcional banda sonora de la película:
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